Avancarga

 

 

El término avancarga define, en la actualidad, una práctica deportiva. Adicionalmente identifica a aquellas armas de fuego que se cargan por la boca del cañón.

El Reglamento de Armas califica todas las armas de avancarga como armas históricas, clasificadas en la categoría 6ª.  Para su utilización es necesario estar en posesión de  una autorización de tipo AE que concede la Delegación de Gobierno y tramita la Intervención de Armas de la Guardia Civil.

Las armas de avancarga utilizan pólvora negra y se cargan con proyectiles de plomo esféricos (bolas) u ojivales (balas).

Existen muchas diferencias entre el tiro con armas de avancarga y el tiro con armas de casquillo metálico, sin duda, la principal es el proceso de carga del arma:

                            

                                    

 

Tras preparar, las armas, las  cargas, los proyectiles y los calepinos; lo primero es  introducir la carga de pólvora en el cañón, luego se introduce una dosis de sémola de trigo; se inicia la introducción de la bola, sobre un trozo de tela,  -el calepino- que facilitará que el proyectil tome las estrías del cañón y formará, junto con la sémola, el "taco", que posibilita una presión uniforme de los gases. El proyectil se ataca con una baqueta, de modo que quede bien asentado sobre el taco.  

Si vamos a tirar con un arma de chispa o de mecha -cominazzo, miguelete,  tansuzu o tanegashima- cebaremos la cazoleta del arma con una pólvora muy fina. -la mejor quizá, aunque difícil de conseguir: la PNF4 francesa-

Si queda algún resto, se limpia antes del disparo y, concentración, respiración, relajación, colimar y rozar la cola del disparador -el mal llamado gatillo-. Si ha sido un 10, procurar que todos los demás sean iguales, si no, más concentración, mejor respiración y relajación y procurar no dar gatillazos. -ocurre siempre que se piensa ¡Ahora!-

La sensación de tirar con las armas de avancarga, desde luego, se puede contar, pero es mucho mejor venir a probarlo.

 

 

 

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